Ya hemos comenzado el estudio de las éticas materiales, aquellas que definen cuál es el fin a alcanzar, o en que consiste la felicidad,... y además, aclaran cómo alcanzar esa felicidad.
Como la Ética se inicia con la Filosofía, el inicio de la reflexión ética coincide con el surgimiento de aquella. Hablamos del s. III a. C. Y el primer autor es Epicuro, para quien el placer que todo hombre busca debe ser un placer que sea, primero racional (somos seres humanos y lo que hacemos debe hacernos más humanos) y segundo, calculado (es importante calcular cuál es el placer que deseamos realmenmte, porque lo que interesa es que ese placer sea duradero e intenso), lo que puede hacer queen ocasiones conseguir ese placer suponga un sacrificio, algo que temporalmente nos cuesta, pero que merece la pena por lo que podemos alcanzar después.
Con el utilitarismo de Bentham y Mill, encontramos ese epicureismo aplicado a las democracias occidentales que aparecen ya en el s. XVIII, con un importante componente social: lo útil. Aquello que necesitamos debe hacer más felices a la mayor cantdad de ciudadanos posibles. Estamos en el origen de las sociedades del bienestar, aquellas en las que el Estado se ocupa de poner las bases que permitan a los ciudadanos alcanzar su propia felicidad: salud y educación públicas, pensiones para los que no pueden trabajar y subsidios (ayudas) para quienes en un determinado momento no trabajan, garantías legales para el ejercicio de la libertad, tanto pública como individual,...
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